Y ahí estás tú, calmando a la soledad que ha dejado nuestro silencio. Silencio en el que existen las palabras. ¿Quién no ha hablado alguna vez con la mirada?
Y de repente, un grito. Rompiendo la calma, creando armonía.
Terriblemente dulce, sencillamente fuerte.
Un grito hecho de suspiros.
* * *
Soletes, ¡he vuelto! Después de tanto tiempo sin escribir y sin pasar por vuestros pequeños grandes mundos llenos de historias y pensamientos, he de decir que vuelvo, y con las pilas cargadas. Creo que necesito explicar por qué he tardado tanto en escribir otra vez, y es que la razón es tan simple como que me he mudado de Salamanca para empezar a conocer mundo pero esta vez a Madrid. Os iré contando mis aventuras y los sitios que más me gustan, eso sí, sin dejar de escribir. ¡¡Un beso gigante a todos!!
Yo hablo constantemente con la mirada. Un placer volver a leerte y mucha suerte en este cambio de vida en Madrid, que te depare muchas cosas buenas y gracias también por tu saludo de cumple en mi blog.
ResponderEliminarBesos muy dulces.
Gracias a ti por seguir siempre al pie del cañón y ser un fiel seguidor.
EliminarUn beso muy, muy dulce.
Hablar con la mirada es maravilloso, conectarte con una persona sin la necesidad de palabras.
ResponderEliminarMe encanta.
Creo que conozco cada una de las miradas de mi pololo, cada uno de sus gestos y sigo descubriendo...
Gracias por tu comentario fue muy grato especialmente por el momento que estoy pasando.
Se que lograre lo que quiero.
Éxito en la vida.Te visitare seguido.
Besos.
Cora.
Es maravilloso sentir esa sensación de hablar con la mirada sin necesidad de decir palabra.
EliminarPor lo tuyo, estoy segura que lo conseguirás. Eres muy fuerte y eso es lo más importante.
Un beso enorme
¡Mucha suerte en tu cambio de aires! La verdad que estoy enamorada del diseño del blog, de cómo escribes, de la estética, de lo que cuentas... de todo en general. Un muack guapa, te sigo ♥
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias cielo! Espero que te guste todo lo próximo que iré haciendo por aquí.
EliminarAhora voy a ver tu espacio.
Un beso muy fuerte, solete.
Me encanta tu pequeño relato. Ya tengo ganas de seguir leyendo tus textos. Preciosas las imágenes.
ResponderEliminarUn besazo <3
Gracias por tus palabras y por tu apoyo.
EliminarUn beso enorme, ¡preciosa!
No me es sencillo comentar el texto sin ponerle un punto de vista personal. Parto de la creencia firme de que lo que para unos es la luz, para otros puede ser el infierno oscuro, pero en este caso, yo, que otorgo a los pequeños detalles una importancia casi metafísica, mentiría si dijera que un suspiro no es de las cosas más bonitas que puede haber. Una vibración leve del aire que se cuela por tu oído y esclarece un mensaje más que un altavoz de millones de vatios. Incluso esa hablar con la mirada, puede convertirse en algo parecido, Un torrente de palabras que rompan el silencio y la soledad, pero con la suavidad innata en la delicadeza de un suspiro.
ResponderEliminarEs difícil decir mucho con pocas palabras y aquí lo consigues con creces, María. Enhorabuena.
Que tengas una tarde llena de cosas bonitas y sueños cumplidos ^_^.
Qué bien que estés de vuelta. Yo también suele desaparecer normalmente, pero últimamente estoy tratando de ser más estable.
ResponderEliminarUn beso:3
Pues ya ya ya vuelve!!!
ResponderEliminarjejejejeje
Hola hola, ¿te acuerdas de mí? Porque la verdad es que yo de ti si.
ResponderEliminarMe ha encantado el texto, tu ausencia ha sido dura.
Espero que nos cuentes tus andaduras por Madrid, a mí me van restando los días para irme a Salamanca. Suerte en tu nuevo destino.
Buscado su silueta en las nubes en http://albordedetucama.blogspot.com
M.
Creo que las personas que transmiten más con la mirada que con palabras, son aquellas que pueden aportarte más que otras.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
La de cosas que pueden decirse con una sola mirada.
ResponderEliminarUna entrada preciosa, María. :)
¡Salud!