Mientras tanto aquel té se fue enfriando mientras recordaba aquella tarde de verano que, de un momento a otro, se convirtió en otoño.
Tus brazos sostenían la armonía y la paciencia comenzó a bailar con tus piernas, dejándose llevar por el ritmo y la impaciencia del traqueteo. Tus manos -pendientes de respuesta- dibujaban en las mías garabatos sin sentido, un sin sentido que carecía de desamor.
Te recordé amargo porque el miedo es cobarde y deja de lado el valor.
Tu sonrisa sigue sosteniendo la mía mientras que el té amargo sigue en aquella taza disipando su calor.
Aún queda sonrisa y aún queda pasión, para endulzar ese té.
ResponderEliminarBesos dulces y me alegro de volver a leerte.
Endulzando todo lo posible ya sea con sonrisas, pasión o caricias.
EliminarUn beso muy dulce.
hermoso texto, me encanto!
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas gracias Sofi.
EliminarUn abrazo bien fuerte.
Me ha gustado mucho, pero sobre todo destacaría las dos últimas líneas. Un gran final. Ha sido un placer descubrirte :)
ResponderEliminarMuchísimas gracias, un placer poder descubrirte también.
EliminarUn saludo bonita.
Hola, acabo de descubrir tu blog desde el blog de Dulce, y tienes un blog muy original, me gusta.
ResponderEliminarUn beso.
Un placer descubrirte a través de Dulce.
ResponderEliminarMil besitos.
Hola María.
ResponderEliminarEl té puede volver a calentarse en otoño, y he visto el enfriamiento en ese cambio de estación que se produce en un instante cualquiera de una tarde cualquiera. Como si la pérdida de calor que se está produciendo en la taza tuviera que ver directamente conque ha llegado el otoño.
El otoño, el otoño que hace las tardes malagueñas más doradas, y más breves, que a veces te dan la sensación de un recuerdo amargo, de un recuerdo menos luminoso que hasta hace algunos días, cuando casi le tenías que pedir al sol que se fuera dormir para que la luna iluminara tu inspiración, quizá para no ver esos garabatos que aún duran hoy, sólo por el hecho de durar, sólo por el hecho de ser agradable sin que tenga que haber necesariamente un por qué. Quizá lo que tenga que haber sea una carencia de desamor o una presencia de amor irracional surgido a base de latidos acelerados.
Así el miedo cobarde encontrará la puerta de salida y la sonrisa se seguirá manteniendo mientras la vida sigue su curso natural, las estaciones sigan pasando y robando calor al té. Porque es necesario sonreír y el paso de tiempo no borra la nitidez del espejo de otra sonrisa donde la tuya se refleja.
Que tengas una noche llena de sueños cumplidos y cosas bonitas.
Vengo del blog de Dulce
ResponderEliminarVolvere, me gusta tu espacio
Abrazo
Que bonito leerte en estas fechas, así, de este modo.
ResponderEliminarGenial, sigue así.
Te leo preciosa
muy lindo !!
ResponderEliminarBuenas, te vi por el blog de Mora Merme y decidí pasarme, me han gustado tus escritos y desde ahora tienes una seguidora más.
ResponderEliminarTus palabras transmiten mucho, y haces unas frases perfectas.
Un saludo.
Una entrada para suspirar, sin duda!
ResponderEliminarUn abrazo muy grande, María! :)
Me ha encantado guapa!!! :)
ResponderEliminarMe quedo por aquí ^^
Un beso!
Oooh! Por favor, qué boniito!! *-*
ResponderEliminarY para rematar la última frase: " y es que entre tu boca y la mía aún deambula pasión"
Un beso! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es/
PD: He puesto una Newsletter en mi blog. Pásate y si quieres,únete para estar informada de cuando subo entrada! ^^